El verano y las altas temperaturas afectan a la circulación de la sangre. Según vamos envejeciendo, el cuerpo experimenta ciertos cambios que inciden sobre el flujo circulatorio. Todo esto hace que en edades más avanzadas debamos ser precavidos y saber identificar las señales que indican una mala circulación de la sangre.
En este artículo te explicamos en detalle cuáles son esos síntomas, sus causas y cómo mejorar la circulación de las piernas en verano y durante el resto del año.
Síntomas de mala circulación de las piernas en adultos mayores
La mala circulación sanguínea afecta sobre todo a las piernas y a los pies, y más aún en las épocas de más calor. El calor produce la inflamación de los vasos sanguíneos, haciendo que se acumule la sangre en las extremidades.
Los calambres y dolores en las extremidades inferiores, junto a un cansancio excesivo, aparecen como las primeras señales más evidentes de la mala circulación sanguínea. Existen otros signos que se dan con frecuencia y a los cuales debemos estar atentos, siempre recordando que estos no son los únicos y que, ante cualquier síntoma nuevo, debemos acudir a nuestro especialista.
- Calambres y sensación de hormigueo. La sensación de hormigueo y los calambres en pies y piernas son una de las primeras señales que nos indican un déficit en la circulación de la sangre. El flujo sanguíneo se ve bloqueado por depósitos de grasa, lo que impide que la sangre fluya y provoque estos dos síntomas.
- Varices y piernas hinchadas. Es sabido por todos que las varices están relacionadas con problemas del retorno venoso. Con el tiempo, las paredes venosas se debilitan, ensanchando las venas y provocando que se acumule la sangre en las extremidades. Esto provoca que estas venas cercanas a la superficie de la piel sean visibles. Las conocemos como varices o venas varicosas.
- Arañas vasculares. Al igual que ocurre en el caso de las varices, aparecen como consecuencia de un mal retorno de la sangre. Tienen forma de telaraña de color rojizo y se localizan debajo de la piel.
- Cansancio y lentitud de movimientos. Es muy habitual en las personas mayores que sientan un agotamiento constante y les cueste más de lo normal moverse. Cuando la circulación de la sangre no es la adecuada, los nutrientes no llegan a las extremidades inferiores como deberían, provocando esa sensación de pesadez, piernas cansadas y movimientos lentos.
- Uñas de los pies azuladas. Las uñas de los pies es uno de los síntomas más visibles que podemos observar como ejemplo de estar padeciendo un problema circulatorio. El cambio de color lo provoca la falta de oxígeno, haciendo que nuestras uñas presenten un color azulado o amoratado. Esto también produce el engrosamiento de las uñas, que es otra señal de que la sangre no está llegando correctamente a los pies.
- Alteraciones en el color de la piel. El cambio de color de la piel de piernas y pies, más pálidos o violetas, así como los eccemas, son signos evidentes de un flujo sanguíneo inadecuado.
- Cicatrización lenta de heridas. Si nuestros glóbulos blancos se mueven de forma más lenta, el sistema inmunitario no funcionará correctamente. Por tanto, las heridas sufridas en las piernas tardarán más en cicatrizar. Como consecuencia, pueden llegar a aparecer úlceras, sobre todo en personas con diabetes.
- Cambios de temperatura. Cuando la sangre no llega bien a las partes distales del cuerpo, sentiremos cambios de temperatura en nuestros pies; o más fríos o calientes de lo habitual. De nuevo, esto se debe a que la sangre no retorna de manera adecuada.
- Piel seca, dura y acartonada. Pueden ser indicio de tener mala circulación de las piernas. En estos casos, es necesario hidratar los pies para evitar estos cambios en la textura.
- Claudicación intermitente. Una obstrucción progresiva de las arterias que llevan la sangre a las extremidades provoca la llamada claudicación intermitente. El flujo sanguíneo deficitario disminuye el aporte de oxígeno a los músculos que, al someterlos a cualquier esfuerzo, causa dolores y calambres.
Causas de la mala circulación cardiovascular en personas mayores
La mala circulación de la sangre en las piernas y los pies es muy incómoda y puede derivar en problemas más severos. Por eso es recomendable consultar con un médico si observamos alguno de los síntomas que hemos descrito. Algunas de las causas más comunes de la mala circulación sanguínea, son:
- Aterosclerosis: se trata de una enfermedad causada por el endurecimiento de las arterias, siendo una de las causas más comunes de la mala circulación sanguínea en personas mayores.
- Obesidad: más allá de causar enfermedades óseas y articulares, colesterol e hipertensión, entre otros problemas, la obesidad puede hacer que se produzca una disminución del flujo sanguíneo.
- Estilo de vida sedentario: la falta de actividad física termina derivando irremediablemente en la pérdida de masa muscular, huesos debilitados y déficit en el sistema inmunitario. Por supuesto, también disminuye la buena circulación sanguínea, cuyo flujo depende en gran medida del movimiento.
- Diabetes: es habitual ver en personas mayores diabéticas la aparición de problemas de circulación, así como la presencia de complicaciones renales, cardíacas y cerebrovasculares.
- Insuficiencia venosa: la insuficiencia venosa se produce como consecuencia de la acumulación de sangre en las venas en vez de retornar al corazón.
Cómo mejorar la circulación de las piernas de nuestros mayores en verano y durante todo el año
El calor trae consigo numerosas molestias para los mayores con problemas de circulación, pero existen diversas medidas que podemos adoptar para prevenirlas. Te dejamos algunos consejos de nuestros expertos para mejorar la circulación de las piernas en verano y durante el resto del año:
¡Muévete! Huye del sedentarismo
Ayudar a nuestros mayores a mantenerse activos es una de las mejores cosas que podemos hacer por ellos, además de facilitar el retorno de la sangre gracias al movimiento, favorecemos su salud cardiovascular y el envejecimiento activo. Dar pequeños paseos, evitando las horas de más calor, contribuirá a que hagan ejercicio y estén entretenidos. Además, existe la gimnasia para personas mayores con el fin de preservar sus capacidades motoras en las mejores condiciones posibles.
Apuesta por un centro de día
También pueden acudir a un centro de día para mayores que fomente el envejecimiento activo. Existen las estancias temporales en estos centros, si su paso por ellos va a ser estacional. Además, una de las principales ventajas de un centro de día Emera es que programamos actividades físicas acordes a la condición de cada uno de nuestros residentes.
Ducha de contrastes
Ayuda a que se refresquen con una ducha de agua fría o de contrastes en las piernas. Esto genera un efecto vasoconstrictor, favoreciendo el retorno de la sangre al corazón.
Mantenerse hidratado, es la clave
Procura que tu ser querido beba suficiente líquido para evitar la deshidratación. Un organismo adecuadamente hidratado favorece la circulación. Ten en cuenta las indicaciones de su médico para ello.
Dieta rica en fibra, frutas y verduras
Una dieta rica en fibra, frutas y verduras ayuda a mantener al organismo bien hidratado. Además, esto también ayuda a nuestros mayores a tener mejores y más ligeras digestiones, lo que es ideal en cualquier época del año.
¡Coloca las piernas en alto!
En casa, en estado de reposo, es aconsejable que mantengan las piernas elevadas durante unos minutos a lo largo del día. Con este simple gesto estaremos ayudando a estimular la circulación de la sangre. Para ello, puedes utilizar un reposapiés si la persona está sentada, una almohada o cojín bajo las rodillas si la persona se encuentra tumbada.
Siguiendo estos sencillos consejos, estarás ayudando a mejorar la circulación en las piernas de tu ser querido. Recuerda poner especial atención en las épocas más calurosas, aunque estos tips sirven para cualquier época del año. Para más información al respecto, ponte en contacto con nosotros o acude directamente a tu médico de confianza.
Recuerda que desde Emera, promovemos las políticas necesarias para fomentar el envejecimiento activo. Para nosotros es fundamental el bienestar de nuestros mayores, que mantengan su actividad física y mental y que disfruten de la participación social.
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