Leer es una acción realmente beneficiosa para la salud mental de cualquier persona, independientemente de la edad que tenga. Amplía conocimientos, estimula la percepción, la concentración y la empatía, además es fundamental en el desarrollo intelectual, emocional y educacional del lector.
En el caso de las personas mayores son muchos los aspectos positivos que aporta en ellas el hábito de la lectura. Para ellos, un libro constituye un remedio para la soledad, ejercita la memoria, ayuda a conciliar el sueño y retrasa la aparición de síntomas de demencia entre otros. Como son muchos los beneficios que tiene la lectura en la tercera edad, consideramos importante conocerlos y aprender cómo fomentar el hábito de la lectura en adultos mayores. ¡Vamos a ello!
Beneficios de la lectura en la tercera edad
Sin ninguna duda, la lectura es una de las mejores actividades para fomentar la estimulación cognitiva. Una mente activa es vital en la prevención de enfermedades mentales en la tercera edad, así como para preservar las funciones cognitivas lo máximo posible. Cuando tenemos interiorizado el hábito de la lectura se nos activan muchas partes del cerebro. La información que recoge la vista es procesada por determinadas regiones cerebrales que interpretan su significado. Este proceso de identificación y comprensión aporta numerosos beneficios a personas de la tercera edad. A continuación, te explicamos más beneficios del hábito de lectura en los adultos mayores.
Leer entretiene
Uno de los beneficios de la lectura para ellos, reside en el entretenimiento que les proporciona. Aunque parezca algo evidente, en nuestros mayores esto es algo esencial para proporcionarles una sensación de bienestar. Leer es una de las acciones más recomendables para mejorar su calidad de vida.
Evita la soledad
Directamente relacionado con lo anterior, la lectura contribuye a evitar el sentimiento de soledad. Un libro es un compañero ideal para los adultos mayores. Durante la lectura de una novela, por ejemplo, el lector evita la soledad y el retraimiento, al estar centrado en la historia.
Aumenta la capacidad de concentración
Al leer un libro estamos ejercitando la mente, por lo que podemos afirmar que son muchos los beneficios intelectuales de la lectura. La atención, observación y reflexión que exige la literatura potencia la capacidad de concentración. Algo esencial para que los más adultos mantengan la mente activa y prevenir el deterioro cognitivo.
Mejora la empatía e incrementa la imaginación y la creatividad
La lectura de la mayoría de los géneros literarios fomenta la imaginación y la creatividad del lector. Nos olvidamos de todo lo que nos rodea y hasta podemos identificarnos o sentirnos protagonistas de la historia. Además de evitar que las personas de la tercera edad se olviden de las preocupaciones y eludan pensamientos negativos, mejora su empatía. Esa capacidad de ponernos en el lugar de otra persona aumenta la comprensión respecto a lo que otros están viviendo.
Mejora la memoria
Leer es una acción que hace que recordemos mejor las cosas. A través de la lectura o, mejor dicho, las emociones que pueda aportarnos, contribuyen a localizar, estructurar y asentar mejor nuestros recuerdos. Por otra parte, la importancia de ejercitar la memoria leyendo un libro reside en el aporte de vocabulario, datos y expresiones que proporciona.
Favorece la conciliación del sueño
¿Quién no se ha quedado dormido leyendo un libro? En ocasiones, no duramos ni dos páginas. Esto se debe a que la lectura contribuye a liberar el estrés y el ruido mental. Así mismo, destensa también nuestros músculos, proporcionando una paz mental y un estado relajado que favorecen la conciliación del sueño, capacidad que puede beneficiar en muchas ocasiones a nuestros mayores.
Acciones para mejorar la calidad de vida de los mayores
Ya hemos explicado cuáles son algunos de los beneficios de la lectura en la tercera edad que, como ves, son muchos. Por tanto, si tienes una persona mayor a tu cargo, hazla compañía y facilita en lo posible que adquiera el saludable hábito de la lectura. Eso sí, con unas recomendaciones básicas que hagan de la lectura un momento agradable. En una estancia bien iluminada o aprovechando las horas de luz natural, escoger un libro con letra grande y un sitio cómodo.
Tanto en casa como en las residencias de mayores, debemos centrarnos en fomentar el envejecimiento activo, proporcionando a los adultos mayores entretenimiento y ejercicio mental. El envejecimiento activo consiste en un proceso que persigue mejorar la calidad de vida de las personas según se hacen mayores. Para ello, a través de distintas técnicas y recursos, se potencia el estado físico, social y mental de personas de edad avanzada. Algunas de las propuestas pasan por la prevención de ciertas enfermedades y un buen estado de salud mediante la actividad física. Otras, se centran en promocionar el aprendizaje, memoria y capacidad mental; entre otras acciones, aquí entraría la lectura. Del mismo modo, se impulsan dinámicas que fomenten la vinculación y participación social.
¿Cómo fomentar la lectura en los adultos mayores?
Volviendo a la importancia que ocupa la lectura en la tercera edad, debemos encontrar la forma de fomentar esa actividad tan valiosa. Una buena forma de conseguirlo es, por ejemplo, desarrollar un taller de lectura para la tercera edad. Es importantísimo instar a leer a nuestros mayores, sin que, para ellos se convierta en una obligación o suponga cierto grado de estrés. Por lo tanto, además de las indicaciones citadas respecto a un lugar agradable, cómodo e iluminado, habría que implementar las siguientes pautas.
- Establecer un horario específico como momento destinado a la lectura
- Acudir nosotros a ese momento con el libro o proporcionarles algún tipo de lectura
- Elaborar una lista de temas o textos que sean de su interés o consigan captar su atención
- Evitar distracciones y ruidos; apagar TV, radio, móviles, etc.
- Fijar metas de lectura (tantas páginas diarias, un artículo al día…)
- Contar con un diccionario al lado para facilitar la comprensión de textos y determinadas expresiones
La lectura en la tercera edad es realmente útil para prevenir el deterioro cognitivo, incrementar la concentración y mantener la mente ocupada. Por eso, es fundamental que en las residencias de mayores donde tenemos a nuestros familiares lo tengan muy en cuenta. En Emera lo tenemos claro, ¡nos centramos en conseguir que los más adultos continúen activos física, mental y socialmente
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