Para determinar el estado de salud e independencia de una persona mayor, es preciso llevar a cabo una valoración geriátrica integral. Para ello se emplean diversos métodos, índices y escalas que nos ayudan a evaluar el estado físico y cognitivo del adulto mayor.
Uno de ellos es el índice de Katz, una escala que mide el desempeño para desarrollar las básicas de la vida diaria de una persona. Su finalidad es determinar la atención, cuidados y tratamientos adecuados según el grado de dependencia de los adultos mayores. Actualmente, es uno de los métodos más utilizados a nivel geriátrico.
¿Qué es el índice de Katz y para qué sirve?
El índice de Katz fue creado en 1958 por S. Katz en un hospital geriátrico de Cleveland. El método consiste en evaluar el desempeño del paciente en actividades básicas de la vida diaria, también conocidas como ABVD. Este tipo de actividades son aquellas que están orientadas al cuidado físico y que son fundamentales para nuestro bienestar. Con base en los datos obtenidos en la escala de Katz, se determina el grado de dependencia de una persona a la hora de realizar estas acciones.
Es común que los servicios asistenciales y profesionales de la geriatría utilicen la escala de Katz para evaluar al adulto mayor antes de ingresar en un centro de día o residencia para personas mayores. Con ello, pueden tomar decisiones relacionadas con su seguridad y cuidados. Y, aunque la valoración es sencilla, recomendamos acudir a un experto para realizar la prueba y sacar las conclusiones correctas.
Cómo realizar una valoración de las actividades básicas de la vida diaria
El chequeo debe llevarse a cabo en una estancia bien iluminada, ventilada, libre de distracciones y que preserve la intimidad de la persona. El test tiene una duración aproximada de cinco minutos, aunque podrá variar en función de la situación del paciente. Además, es el propio paciente el que debe contestar a la prueba.
Destacado: En personas con pérdida de autonomía cognitiva, las preguntas se dirigen al familiar o cuidador.
Para obtener la escala de Katz se observa a la persona mayor y se realizan las preguntas relativas a sus actividades, puntuando cada una de ellas para, posteriormente, registrar el resultado total. El índice de Katz consta de una puntuación numérica (de 0 a 6) y una alfabética (A-H), pudiéndose puntuar el test de ambas formas.
Independiente significa sin supervisión, dirección o ayuda personal activa, con las excepciones que se indican más abajo. Se basan en el estado actual y no en la capacidad de hacerlas.
Con la segunda puntuación, la alfabética, se determina la independencia de la persona con base en estos ocho niveles:
- A = Independiente en todas las funciones de su vida diaria
- B = Independiente en todas las funciones excepto en una de ellas
- C = Independencia para realizar todas las funciones menos en el aseo y una cualquiera de las otras
- D = Independiente en todas las funciones, menos en el aseo, vestido más otra actividad adicional
- E = Independiente en todas las funciones, excepto en el aseo, vestido, uso del baño y otra adicional
- F = Independiente en todas las funciones, menos en el aseo, vestido, uso del baño, movilidad y alguna de las dos restantes
- G = Dependiente en todas las funciones evaluadas
- H = Dependiente en al menos dos funciones, no pudiéndose clasificar como C, D, E o F
Cada aspecto por valorar se puntúa de forma individual del 0 al 1 según si necesita ayuda o no en el desempeño de la actividad. Se puntuará con un 0 cuando la actividad se ejecuta de manera independiente, y con un 1 cuando el adulto mayor necesita ayuda para llevar a cabo la actividad.
Aspectos por valorar con la escala de Katz
El índice de Katz lo constituyen 6 puntos que se corresponden cada uno con las actividades a evaluar. Estas son:
- Aseo. La persona es independiente si es capaz de bañarse por sí misma o únicamente necesita ayuda para lavar alguna parte del cuerpo. Y se evaluará como dependiente si precisa ayuda física para lavarse o para entrar y salir de la bañera.
- Vestido. El mayor adulto puede ponerse y quitarse la ropa de forma autónoma. ¿Puede vestirse solo? ¿O solo es capaz de ponerse algunas prendas?
- Uso del baño. Cuando no necesita ayuda para ir al baño, bajarse la ropa, sentarse en el retrete y volver a vestirse, es independiente en el desempeño de esta ABVD.
- Movilidad. La persona con dependencia necesitará asistencia para moverse, sentarse en una silla o tumbarse en la cama.
- Continencia. Las personas que sufren episodios de incontinencia total o parcial se consideran dependientes en esta habilidad.
- Alimentación. Es una persona independiente cuando es capaz de llevar la comida hasta su boca e ingerirla sin recibir ninguna ayuda.
Interpretación del índice de Katz
Para la interpretación del índice pueden utilizarse los dos métodos: la escala numérica y la alfabética. Con esta última lograríamos una interpretación más descriptiva. En cualquier caso, el orden jerárquico de la escala de Katz establece una equivalencia entre ambos métodos para valorar los grados de dependencia en el adulto mayor, que resultaría así:
- Grados A-B = 0 a 1 puntos, independiente o dependencia leve
- Los grados C-D = 2 a 3 puntos, dependencia moderada
- Por último, los grados E-G = 4 a 6 puntos, dependencia severa
Validez de la escala Katz
- La escala de Katz tiene una alta concordancia con otras pruebas de actividades de la vida diaria.
- Logra una estimación muy acertada de la necesidad de acudir a un centro de día o a una residencia de mayores.
- Aporta una visión global de la actividad física que es capaz de realizar la persona mayor.
- Algunos autores han utilizado el índice de Katz para validar sus propias escalas.
- Está validado en diversos países, varios idiomas, así como en distintas culturas y niveles socioeconómicos.
Limitaciones de la escala de Katz
- La eficacia del índice disminuye en pacientes menos afectados comparado con su acierto en pacientes con una dependencia elevada.
- Pierde sensibilidad con respecto a los pequeños cambios. Al contrario que el índice de Barthel (otra escala de evaluación de ABVD) que mide mayor número de funciones.
- La capacidad medida por el índice de Katz no se corresponde con la severidad de las enfermedades que pueda padecer la persona.
Índice de Katz vs. Índice de Barthel: ¿Cuál es la mejor opción para evaluar la dependencia?
El índice de Katz y el índice de Barthel son dos de las herramientas más utilizadas en la evaluación geriátrica para medir la independencia funcional en personas mayores. Aunque ambos se centran en las actividades básicas de la vida diaria (ABVD), existen diferencias significativas entre ellos que los hacen más adecuados según el contexto de evaluación.
Diferencias entre el índice de Katz y el índice de Barthel
El índice de Katz se enfoca en evaluar seis actividades fundamentales: aseo, vestido, uso del baño, movilidad, continencia y alimentación. Su objetivo principal es clasificar el nivel de dependencia del paciente mediante un sistema de puntuación que va del 0 (totalmente independiente) al 6 (totalmente dependiente). Además, incluye una versión alfabética que abarca desde la categoría A (independiente en todas las funciones) hasta la categoría G (dependiente en todas las funciones evaluadas).
Por otro lado, el índice de Barthel amplía su evaluación a diez actividades, incluyendo tareas como subir y bajar escaleras, control de esfínteres, y transferencia de la cama a la silla. El rango de puntuación va de 0 a 100, lo que permite una evaluación más detallada y sensible a pequeños cambios en la funcionalidad del paciente.
Ventajas del uso del índice de Katz
- Simplicidad y rapidez: Ideal para entornos donde se necesita una evaluación rápida, como hospitales o centros de día.
- Facilidad de interpretación: Su sistema de puntuación sencillo permite a los profesionales de la salud tomar decisiones rápidas sobre el nivel de atención requerido.
- Enfoque en la independencia: Evalúa las actividades esenciales para que una persona mayor pueda vivir de forma autónoma.
Cuándo utilizar el índice de Barthel en lugar del índice de Katz
Aunque el índice de Katz es ampliamente utilizado, el índice de Barthel es más adecuado en ciertos contextos, como en la rehabilitación o para pacientes que están en programas de fisioterapia. Al evaluar un mayor número de actividades, el índice de Barthel proporciona un panorama más completo de la capacidad funcional, siendo especialmente útil en pacientes que están en proceso de recuperación tras una cirugía o un evento médico agudo.
El principal objetivo de la escala de Katz es la valoración del nivel funcional de la persona. Se emplea también para conseguir una estimación de la necesidad de rehabilitación y el poder hacer un seguimiento de su evolución con los tratamientos aplicados. Se utiliza con fines docentes y es parte de la evaluación interdisciplinar en unidades geriátricas. En España, entre las escalas de valoración funcional de las personas mayores habría que añadir un tercer índice, la Escala Funcional de la Cruz Roja.
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