Observar los pies hinchados en personas mayores es una preocupación habitual para muchas familias. A veces se achaca simplemente al calor o a “cosas de la edad”, pero esta hinchazón, conocida médicamente como edema periférico, es un indicador de que algo no anda bien.
- La hinchazón en pies y tobillos (edema periférico) afecta comúnmente a personas mayores debido al envejecimiento del sistema circulatorio y linfático.
- La insuficiencia venosa crónica representa aproximadamente el 70% de los casos de edema en las extremidades inferiores en población anciana.
- Hinchazón en un solo pie, dolor torácico o dificultad respiratoria son señales de alarma que requieren atención médica urgente.
- Elevar las piernas por encima del corazón varias veces al día ayuda a reducir la acumulación de líquido en los tejidos.
- Las medias de compresión mejoran la circulación en las piernas cuando se usan por indicación médica.
- Una dieta baja en sal y mantener un peso saludable son medidas preventivas que ayudan a controlar la retención de líquidos.
¿Por qué se hinchan los pies en las personas mayores?
El paso del tiempo trae cambios naturales en el organismo que predisponen a la hinchazón en las extremidades inferiores. El sistema circulatorio pierde eficiencia gradualmente: las válvulas venosas de las piernas, encargadas de impulsar la sangre de vuelta hacia el corazón, pierden elasticidad y colágeno. Esta situación dificulta que la sangre regrese al corazón, favoreciendo su acumulación en pies y tobillos [1].
Causas principales de los pies hinchados:
- Insuficiencia venosa crónica: es la causa más frecuente, responsable del 70% de los casos [2]. Las venas dañadas bombean la sangre ineficientemente contra la gravedad, filtrándose el líquido a los tejidos cercanos.
- Sedentarismo y falta de movimiento: pasar largas horas sentado o de pie en la misma posición ralentiza la circulación sanguínea. Por el contrario, caminar activa la musculatura de las pantorrillas, que funciona como una bomba natural impulsando la sangre hacia arriba.
- Medicamentos: ciertos fármacos prescritos habitualmente en la tercera edad generan retención de líquidos en adultos mayores. Los bloqueadores de los canales de calcio (para la hipertensión), algunos antidepresivos, corticoides y antiinflamatorios no esteroideos tienen como efecto secundario el edema [3].
- Enfermedades del corazón, riñones e hígado: la insuficiencia cardíaca dificulta el bombeo de sangre, causando acumulación de líquido. Las enfermedades renales impiden eliminar el exceso de líquidos. La insuficiencia hepática reduce la albúmina, clave para el equilibrio hídrico.
- Trombosis venosa profunda: un coágulo sanguíneo en las venas profundas de las piernas representa una emergencia médica. Típicamente, afecta a una sola extremidad y provoca hinchazón súbita, enrojecimiento, calor localizado y dolor intenso.
- Dieta rica en sal: una alimentación con exceso de sodio incrementa la retención de líquidos. El organismo necesita mantener un equilibrio entre agua y sal; cuando hay demasiado sodio, retiene más líquido para diluirlo. Paradójicamente, descuidar la hidratación en la tercera edad empeora la situación, ya que el cuerpo entra en “modo ahorro” y retiene líquidos.
- Sobrepeso: el exceso de peso añade presión sobre el sistema circulatorio de las piernas.
- Calzado inadecuado: el uso de zapatos demasiado ajustados o con tacones elevados comprime los vasos sanguíneos y entorpece la circulación en los pies.
Síntomas asociados a la hinchazón de pies en mayores
Pies fríos, enrojecidos o con sensación de pesadez
Muchas veces, el edema en las extremidades viene acompañado de cambios en la temperatura y color de la piel. Es posible que los pies se sientan fríos al tacto debido a la mala circulación, especialmente si la sangre no llega bien a los tejidos [4].
Por otro lado, la congestión venosa puede dar a la piel un tono rojizo o incluso algo morado en las zonas hinchadas.
Además, muchas personas mayores describen una sensación de pesadez en los pies y tobillos hinchados, como si las piernas estuvieran “cansadas” o cargadas. Esta molestia se debe a la presión del líquido retenido en los tejidos, que genera pesadez y cansancio en las extremidades [5].
En conjunto, unos pies fríos, enrojecidos y pesados sugieren problemas circulatorios subyacentes y son signos típicos que acompañan la hinchazón.
Dolor o dificultad para caminar
La inflamación de pies y tobillos puede causar dolor, sensibilidad e incluso limitar la movilidad de la persona mayor. El líquido acumulado provoca distensión de la piel y los tejidos, desencadenando molestias dolorosas, sobre todo al estar de pie o al presionar la zona con el zapato.
De hecho, es común que la persona mayor sienta dificultad para calzarse o caminar cuando tiene los pies hinchados. El calzado habitual puede apretar más de lo normal, y al caminar puede haber sensación de rigidez en los tobillos.
Este dolor y dificultad para desplazarse tiende a empeorar cuanto más prolongada sea la hinchazón. Si notas que el anciano evita caminar por molestias en los pies, es una señal de que la inflamación está afectando su calidad de vida y movilidad.
Hinchazón que empeora al final del día
Un patrón muy típico del edema en personas mayores es que la hinchazón aumenta conforme avanza el día. Tras muchas horas sentado en el sofá o de pie realizando actividades, la gravedad hace su efecto: la sangre y los líquidos tienden a acumularse en la parte baja del cuerpo. Por eso, los tobillos pueden amanecer relativamente desinflamados, pero van engrosándose hacia la tarde o noche. Al final del día, los pies suelen verse más hinchados, e incluso los zapatos quedan más ajustados.
La buena noticia es que, al descansar por la noche con las piernas elevadas, la persona logra una mejoría matutina. En cambio, si la hinchazón no remite nada después de dormir, conviene consultarlo con el médico.
En general, presta atención a la evolución diurna de la inflamación: una hinchazón que empeora al final del día es indicativa de edema por postura o por debilidad circulatoria, mientras que una hinchazón constante o matutina podría sugerir una causa sistémica más compleja.
Cambios en la piel (tensión, brillo, heridas o úlceras)
La piel sobre la zona hinchada adquiere un aspecto tenso y brillante, como estirada. Al presionar con el dedo, queda una marca que tarda varios segundos en desaparecer.
Con el tiempo, el edema crónico daña la piel. Aparecen cambios de coloración: manchas marrones (hiperpigmentación) o enrojecimiento persistente. La piel se vuelve más delgada, seca y frágil, propensa a agrietarse. En casos graves, se forman úlceras venosas, heridas abiertas difíciles de cicatrizar que requieren atención especializada.
Cómo aliviar los pies hinchados en personas mayores
El manejo del edema se centra en dos pilares: tratar la causa subyacente (si la hay) y aplicar medidas físicas que ayuden al cuerpo a drenar ese exceso de líquido. Estas medidas son esenciales para mejorar la salud y calidad de vida de un adulto mayor.
Elevar las piernas varias veces al día:
- Coloque las piernas sobre almohadas, elevándolas por encima del nivel del corazón para facilitar el drenaje por gravedad.
- Para una posición óptima, los tobillos deben quedar más altos que las rodillas, y estas más altas que las caderas. Dormir ligeramente elevado también ayuda.
Usar medias de compresión bajo indicación médica:
- Las medias ejercen una presión graduada que ayuda a que la sangre retorne al corazón, aliviando la hinchazón.
- Es imprescindible la valoración de un profesional sanitario para determinar el tipo de media adecuada. Deben colocarse por la mañana (con mínima hinchazón) y retirarse por la noche.
Mantener una buena hidratación:
- Beber suficiente agua (alrededor de 2 litros/8 vasos) ayuda a los riñones a eliminar el exceso de sales y líquidos, previniendo la retención.
- Se pueden incluir infusiones, caldos bajos en sal o frutas ricas en agua para favorecer la circulación.
Evitar estar mucho tiempo sentado o de pie:
- La inmovilidad prolongada perjudica la circulación; la clave está en el movimiento.
- En viajes largos, levántese y camine periódicamente. Realice ejercicios de flexión y extensión de tobillos mientras está sentado para activar la circulación.
Masajes suaves o ejercicios circulatorios:
- Aplique masajes drenantes suaves en sentido ascendente (del tobillo hacia la rodilla) para estimular la circulación y el retorno de líquidos.
- Realice ejercicios sencillos como movimientos circulares de tobillos, o simular el pedaleo en el aire, que activan la musculatura de las pantorrillas. La natación es una actividad muy beneficiosa.
Prevención y cuidados diarios en residencias de mayores
En una residencia de ancianos, el equipo asistencial implementa protocolos específicos para prevenir complicaciones derivadas del edema. La atención integral combina vigilancia sanitaria, medidas higiénico-dietéticas y actividad física adaptada.
Por ejemplo, en Grupo Emera prestamos especial atención a la circulación y bienestar de nuestros residentes. A continuación, repasamos algunos cuidados diarios que en nuestra residencia se integran en la rutina del adulto mayor para minimizar los pies hinchados.
Control del peso y la dieta baja en sal
Mantener un peso saludable y una alimentación adecuada es esencial para evitar la hinchazón crónica. El sobrepeso incrementa la presión sobre las venas de las piernas, lo que dificulta el retorno de la sangre y causa edema en los tobillos.
Asimismo, se les ofrece una dieta baja en sal, ya que el exceso de sodio en las comidas favorece la retención de líquidos en el organismo.
Por su parte, la dieta de los residentes es rica en frutas, verduras, legumbres y otros alimentos frescos, que aportan potasio y ayudan a contrarrestar el sodio. Este control dietético no solo previene los pies hinchados, sino que es parte de los consejos para un envejecimiento saludable.
Ejercicio moderado y paseos diarios
Los programas de ejercicio adaptado en residencias contemplan diferentes niveles según las capacidades funcionales de cada residente. Los paseos diarios, incluso de corta distancia, activan la circulación en las piernas.
Para personas con movilidad reducida, existen alternativas como bicicletas estáticas, ejercicios en sedestación o gimnasia acuática. La constancia importa más que la intensidad: es mejor caminar regularmente, antes que realizar una sesión extenuante una vez por semana.
Las actividades grupales combinan el beneficio físico con la estimulación social y cognitiva. El componente lúdico favorece la adherencia al programa de ejercicios.
Revisión médica periódica y fisioterapia preventiva
Nuestro equipo médico realiza un seguimiento exhaustivo que permite detectar a tiempo si la hinchazón es un síntoma de alarma de un problema cardíaco o renal.
Además, el servicio de fisioterapia en personas mayores no solo trata las lesiones, sino que trabaja en la prevención. Diseñan rutinas de ejercicios circulatorios personalizadas y aplican terapia manual o presoterapia cuando es necesario.
Como hemos visto, abordar los pies hinchados en personas mayores requiere una visión integral. No es un síntoma que deba normalizarse como “propio de la edad”, ya que puede ocultar patologías serias y, en todos los casos, deteriora la calidad de vida.
En las residencias de Grupo Emera, trabajamos coordinadamente para controlar estos síntomas y atajar sus causas de raíz. Si buscas un cuidado experto que priorice la movilidad, la prevención y el bienestar integral de tu ser querido, contacta con nosotros. Estamos aquí para ayudarte.
Referencias:
[1] Icahn School of Medicine at Mount Sinai. (s.f.). Foot, leg, and ankle swelling. https:// mountsinai.org/health-library/symptoms/foot-leg-and-ankle-swelling
[2] Didyk, N. (s.f.). Leg Swelling in Aging: What to Know & What to Do. https:// betterhealthwhileaging.net/leg-swelling-in-aging/
[3] Enciclopedia Médica A.D.A.M. (2023, junio 20). Hinchazón de tobillos, pies y piernas. https:// medlineplus.gov/spanish/ency/article/003104.htm
[4] Campos, D. (s.f.). Pies hinchados en personas mayores: causas, síntomas y tratamiento. SUPERCUIDADORES – UNIR. https:// cuidadores.unir.net/informacion/cuidador/4449-pies-hinchados-en-personas-mayores-causas-sintomas-y-tratamiento
[5] García Ruiz, E. (2024, octubre 10). Pies Hinchados: Causas, Riesgos y Consejos para Prevenir su Aparición. Podiafys. https:// clinicapodiafys.es/blog/pies-hinchados

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