Área Privada
En las residencias de mayores del Grupo Emera apostamos por un modelo centrado en personas de la tercera edad
Nuestra experiencia nos ha aportado conocimientos contrastados, estrategias e instrumentos validados hasta la fecha, que nos han servido de base para crear un Sistema de Gestión de Calidad innovador. Este sistema se fundamenta en un ciclo de mejora (planificar – hacer – controlar – analizar) evaluando constantemente los riesgos, la atención y la evolución de los residentes para que reciban la atención residencial, asistencial, social, y emocional que cada uno necesite.
Sebastiana, es una persona risueña, divertida, simpática, maravillosa, que reside en la residencia de mayores en Sevilla, Emera Macarena.
Ella ha trabajado toda su vida en una tienda de alimentación, refiere que siempre ha llevado sus cuentas y nunca ha necesitado papel y lápiz. ¡Lo hacia todo de cabeza! Sin embargo, su deterioro cognitivo hace que ya una simple suma, es para ella, una auténtica odisea. Además, tiene una severa hipoacusia, y le es muy difícil mantener una conversación fluida con el resto de sus compañeros.
Un día, Sebastiana le dijo a nuestra Terapeuta Ocupacional Claudia: “Yo ya no sirvo para nada, soy un estorbo”. Frente a estas palabras de desilusión y desánimo, nuestra terapeuta, durante días, observó a Sebastiana en su día a día. Sabía que Sebastiana es una persona encantadora y con muchas habilidades que ella misma no sabía identificar. Se fijó en aquellas actividades en las que nuestra residente mostraba mayor motivación y en cuales no colaboraba, le preguntó por sus gustos, intereses, hábitos y rutinas. Hasta que dio con la tecla:
Sebastiana, disfruta peinando y haciendo trenzas a las compañeras y al personal del centro.
Gracias a ello, Sebastiana se siente mejor, ha ganado autoestima y, sobre todo, ha aumentado el sentimiento de utilidad. Es consciente de que conserva una destreza manual, que le ayuda a realizar sus peinados con un resultado excelente.
En este sentido, es importante considerarnos como sus “acompañantes”, no como “asistentes”. Y es que tanto el trabajo de los auxiliares, como el del personal técnico, es el de acompañar a los residentes durante el desarrollo de sus actividades para que puedan ser lo más autónomos posibles, ayudándoles en aquellas tareas en las que tienen mayores dificultades.
Es prioritario dejar al residente hacer todo lo que pueda” aun siendo un entorno institucionalizado, dándole todo el tiempo que requiera, favoreciendo su supervisión y ofreciéndole las ayudas que necesite para evitar su frustración.
Desde las residencias para mayores Emera, sabemos que acompañar e involucrar a la propia persona en las actividades de la vida cotidiana es un recurso que tenemos a nuestro alcance para estimular habilidades conservadas e incrementar el bienestar de nuestros mayores.
Nuestro modelo asistencial se centra en la persona, en observarla, “estar atentos” y atenderla en todas sus esferas. El ejemplo de Sebastiana ilustra muy bien cómo permite descubrir un detalle propio de uno mismo y como el fomentar el gusto por una actividad diaria como “el peinar” pone en juego el desempeño de habilidades físicas, perceptivas, sensoriales, cognitivas. Además, en este caso concreto, también mejora las habilidades sociales, ya que peinar a sus compañeras, le posibilita a Sebastiana tener un rol activo dentro del centro y aumentar la comunicación e interacción con los demás residentes.
En Emera somos conscientes que cada persona es única y tiene necesidades que le son propias, por eso, implantamos en nuestras residencias de mayores un modelo de Cuidados en Acompañamiento, soportado por un Sistema de Gestión de Calidad que orienta el diseño de los recursos y las intervenciones técnicas para responder a los requisitos de cada residente.
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