Cómo prevenir caídas en personas mayores

Las caídas en personas mayores son uno de los desafíos más importantes en el cuidado de nuestros seres queridos. Un tropiezo inesperado o una pérdida de equilibrio no solo acarrea consecuencias físicas, sino que también merman la confianza y la autonomía de la persona. Comprender por qué ocurren es el primer paso para establecer un entorno seguro y protector, donde el bienestar sea la prioridad. 

En una residencia de ancianos como las que forman parte de Grupo Emera, este enfoque preventivo es un pilar de nuestro cuidado diario. En esta guía, te explicamos en detalle cómo proteger a tus seres queridos de las caídas y ayudar a mejorar su calidad de vida.

• La pérdida de equilibrio, la debilidad muscular y otros cambios físicos propios del envejecimiento explican gran parte de las caídas en la vejez. 
• Casi 1 de cada 4 caídas produce heridas graves (fracturas óseas, golpes en la cabeza) que afectan la salud y autonomía del mayor.
• El 80% de estos accidentes ocurren en el hogar durante actividades cotidianas [3].
• Entre los factores de riesgo destacan los físicos (fragilidad, enfermedades crónicas, problemas de movilidad), los ambientales (peligros en el hogar) y los psicológicos (miedo a caerse de nuevo). 
• La prevención de caídas en ancianos incluye ejercicios regulares de equilibrio y fuerza, adecuar la vivienda (buena iluminación, eliminar peligros) y controles médicos periódicos para ajustar medicación y detectar problemas de salud. 
• En Grupo Emera evaluamos el riesgo de cada persona y aplicamos programas de fisioterapia, adaptación del entorno y acompañamiento constante para mantener a nuestros mayores seguros.

¿Por qué son frecuentes las caídas en personas mayores?

La probabilidad de sufrir una caída aumenta con la edad. Se estima que aproximadamente un tercio de las personas mayores de 65 años se cae al menos una vez al año. Esta frecuencia no es casual, sino el resultado de una combinación de factores ligados al proceso de envejecimiento y a condiciones de salud específicas.

Principales causas de caídas en ancianos:

• Envejecimiento y pérdida de equilibrio: con el paso de los años, nuestro cuerpo experimenta cambios naturales. Los sistemas que regulan el equilibrio, como el oído interno, la vista y la propiocepción (la capacidad de sentir la posición del cuerpo), se deterioran. A esto se suma una disminución de la masa muscular y de la fuerza, una condición que se relaciona con la fragilidad en el anciano, dificultando la capacidad de reaccionar con agilidad ante un imprevisto.

• Efectos secundarios de medicamentos: algunos fármacos habituales en la tercera edad (como tranquilizantes, pastillas para dormir o antihipertensivos) pueden causar somnolencia o mareos. Estos efectos disminuyen la alerta y la coordinación, lo que aumenta las probabilidades de caída si no se tiene precaución.

• Enfermedades crónicas: patologías como la diabetes, la hipertensión, las cardiopatías o trastornos neurológicos impactan en la fuerza, la sensibilidad o la marcha del anciano [2]. Si te preguntas por qué dejan de caminar las personas mayores, estas condiciones son una de las principales respuestas, ya que elevan considerablemente el riesgo de tropiezos.

Factores de riesgo de caídas en adultos mayores

Además de las causas directas mencionadas, existen diversos factores que aumentan la probabilidad de caerse. 

Por lo general, estos aspectos se agrupan en tres categorías: físicos, ambientales y psicológicos. Cuantos más variables de riesgo acumule una persona mayor, más será su vulnerabilidad ante una caída. Por ello, es importante identificar todos estos aspectos para actuar sobre ellos a tiempo.

Factores físicos

La disminución de las capacidades físicas propias de la edad es uno de los principales factores de riesgo. La vista y el oído se deterioran, los músculos se debilitan y las articulaciones pierden flexibilidad, dificultando una movilidad segura [1]. Si la persona padece alguna enfermedad crónica (artrosis, trastornos cardíacos, secuelas de ictus, etc.), sus limitaciones físicas pueden ser mayores y elevar el peligro. 

Factores ambientales

El entorno donde vive la persona mayor desempeña un papel importante en su seguridad. De hecho, más de la mitad de las caídas de ancianos ocurren en el propio domicilio. Una casa mal adaptada, con poca iluminación, alfombras sueltas, cables en el suelo u otros obstáculos en las zonas de paso, se convierte en una trampa para alguien con movilidad reducida. 

Asimismo, la falta de apoyos (pasamanos en escaleras, barras de agarre en el baño) y detalles como pisos resbaladizos incrementan el peligro de resbalar o tropezar dentro del hogar.

Factores psicológicos

El miedo a caerse genera un círculo vicioso preocupante. Tras experimentar una caída, muchas personas desarrollan el síndrome post-caída en ancianos, caracterizado por ansiedad, inseguridad y miedo que limita su actividad física y social [6]. 

Esta reducción de movimiento debilita aún más los músculos y empeora el equilibrio, incrementando paradójicamente el riesgo real de nuevos accidentes. 

Prevención de caídas en personas mayores

La buena noticia es que la prevención de caídas en ancianos es posible mediante estrategias basadas en la evidencia científica. Un enfoque multifactorial que combine ejercicio, adaptaciones ambientales y seguimiento médico ofrece los mejores resultados. A su vez, promover consejos para un envejecimiento saludable es la mejor herramienta de prevención.

Ejercicios de equilibrio y fuerza

La actividad física regular es una de las intervenciones más efectivas para prevenir caídas. Ejercitar la fuerza muscular y practicar ejercicios de equilibrio mejora la estabilidad del adulto mayor y le permite reaccionar mejor ante posibles tropiezos [4]. 

Recomendamos actividades adecuadas a su capacidad: caminar, entrenamientos de fortalecimiento con supervisión, clases de baile e incluso disciplinas orientales como el taichí, que han demostrado mejorar el equilibrio en personas mayores [2]. Lo importante es mantenerse en movimiento de forma segura, contando con la guía de profesionales si es necesario.

Adaptaciones en el hogar

Convertir la casa en un lugar seguro es una prioridad. Ello implica realizar cambios sencillos, pero muy efectivos:

• Asegurar una buena iluminación en todas las estancias, incluyendo pasillos y escaleras.
• Retirar alfombras o fijarlas al suelo con cinta antideslizante.
• Despejar las zonas de paso de cables, muebles u otros objetos.
• Instalar asideros y barras de apoyo en el baño, tanto en la ducha como junto al inodoro.
• Utilizar alfombrillas antideslizantes en la bañera o plato de ducha.

Revisiones médicas y control de medicación

Las visitas periódicas al médico permiten detectar problemas antes de que provoquen caídas. Examina anualmente la vista y el oído, ya que pequeños cambios en estos sentidos incrementan el riesgo [5]. Revisa con el profesional sanitario todos los medicamentos, incluidos los de venta libre, buscando interacciones o efectos secundarios problemáticos.

Por su parte, controla las enfermedades crónicas adecuadamente. La diabetes, hipertensión y cardiopatías bien gestionadas reducen complicaciones que afectan el equilibrio. Los análisis periódicos identifican deficiencias nutricionales, como niveles bajos de vitamina D o calcio, que debilitan los huesos.

Uso de ayudas técnicas

Los dispositivos de apoyo (bastones, andadores, calzadores largos) facilitan la movilidad cuando la estabilidad se ve comprometida. Asimismo, elegir el calzado apropiado es esencial: suelas firmes y antideslizantes, tacones bajos y buen soporte del tobillo proporcionan seguridad. Evita las zapatillas abiertas o demasiado holgadas.

Los sistemas de teleasistencia y los dispositivos de alerta médica ofrecen tranquilidad. Llevar un teléfono móvil en el bolsillo evita apresurarse para contestar llamadas, situación frecuente en accidentes domésticos. 

Cómo abordamos las caídas en las residencias Emera

En los centros de Grupo Emera, la prevención de caídas en ancianos es un objetivo transversal presente en todo nuestro modelo de cuidados. Entendemos que cada residente es único y, por ello, nuestras estrategias son siempre personalizadas y proactivas.

Evaluación de riesgos individuales

La prevención comienza evaluando a los adultos mayores de forma individual. En nuestras residencias realizamos una valoración integral para cada nuevo residente y la actualizamos periódicamente. Analizamos su historial, posibles dificultades de movilidad y equilibrio, así como su estado de salud general. 

Con el objetivo de evaluar el equilibrio, utilizamos herramientas específicas como la escala de tinetti, que nos ayuda a medir la estabilidad de la marcha del mayor. Con toda esta información identificamos quiénes tienen mayor probabilidad de caerse y establecemos un plan preventivo personalizado para cada caso.

Programas de fisioterapia y movilidad

Disponemos de programas de fisioterapia para ancianos que nos permiten mantener y mejorar la capacidad funcional de nuestros residentes. A través de sesiones individuales y grupales, trabajamos la fuerza, la coordinación y el equilibrio. 

Fomentamos la movilidad segura y ayudamos a que los residentes mantengan su autonomía durante el mayor tiempo posible. Para quienes necesitan una atención más flexible, nuestro centro de día también ofrece acceso a estos servicios especializados.

Actividades de prevención y acompañamiento

Nuestros programas de actividades están diseñados no solo para el ocio, sino también con un fin terapéutico. Talleres de psicomotricidad, clases de gimnasia suave o paseos supervisados son parte de nuestra rutina. Además, nuestro personal está formado para supervisar y acompañar, garantizando un entorno seguro y vigilado las 24 horas del día, lo que aporta una gran tranquilidad a las familias.

Como hemos visto, prevenir las caídas en personas mayores es posible. Con las medidas adecuadas, reducimos tanto el riesgo como sus consecuencias. En Grupo Emera trabajamos cada día para ofrecer un entorno seguro, donde tu familiar mantenga su bienestar y tengas la tranquilidad de saber que recibe el mejor cuidado.

Referencias:

[1] Manual MSD. (2023). Caídas en personas mayores. Datos clave. Manual MSD versión para público general. https:// msdmanuals.com/es/hogar/breve-informaci%C3%B3n-salud-de-las-personas-de-edad-avanzada/ca%C3%ADdas/ca%C3%ADdas-en-personas-mayores 

[2] Organización Mundial de la Salud (OMS). (2021, abril 26). Caídas. https:// who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/falls

[3] Espíndola, H. (s.f.). Caídas en el adulto mayor. Escuela de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. https:// medicina.uc.cl/publicacion/caidas-adulto-mayor/ 

[4] Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. (s.f.). Prevención de caídas en personas adultas. Estilos de vida saludable. https:// estilosdevidasaludable.sanidad.gob.es/seguridad/caidas/mayores/home.htm

[5] National Institute on Aging. (NIA). (2022, septiembre 12). Falls and Fractures in Older Adults: Causes and Prevention. https:// nia.nih.gov/health/falls-and-falls-prevention/falls-and-fractures-older-adults-causes-and-prevention

[6] Larraín, L. (s.f.). Abordaje y prevención de caídas en adultos mayores. Escuela de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. https:// medicina.uc.cl/publicacion/abordaje-y-prevencion-de-caidas-en-adultos-mayores/