Grupo Emera Grupo Emera Grupo Emera Grupo Emera
  • Inicio
  • Quienes somos
  • Servicios
  • Residencias
  • Centros de día
  • Noticias
  • Contacto
    • SOLICITA INFORMACIÓN
    • TRABAJA CON NOSOTROS
    • SUGERENCIAS, AGRADECIMIENTOS Y RECLAMACIONES
    • CANAL DE COMUNICACIÓN
    • COMITÉ DE ÉTICA
  • Trabaja con nosotros
  • Área Privada
Grupo Emera Grupo Emera
  • Inicio
  • Quienes somos
  • Servicios
  • Residencias
  • Centros de día
  • Noticias
  • Contacto
    • SOLICITA INFORMACIÓN
    • TRABAJA CON NOSOTROS
    • SUGERENCIAS, AGRADECIMIENTOS Y RECLAMACIONES
    • CANAL DE COMUNICACIÓN
    • COMITÉ DE ÉTICA
  • Trabaja con nosotros
  • Área Privada
Dic 29

Gimnasia para mayores de 80 años: ejercicios seguros y beneficios

    Gimnasia para mayores de 80 años

    El cuerpo de las personas mayores necesita cuidados específicos, pero la inactividad acelera el deterioro. Afortunadamente, la gimnasia para mayores de 80 años es una herramienta excelente que ayuda a preservar la vitalidad y la independencia. 

    En nuestra residencia de mayores, comprendemos la importancia de integrar la actividad física en la vida diaria de nuestros residentes. A continuación, descubrirás cómo la gimnasia mejora la salud física y mental, qué ejercicios son los más recomendados y cómo practicarlos con total seguridad.

    • La actividad física en la tercera edad aumenta la fuerza muscular, la flexibilidad y el equilibrio, lo que mejora la movilidad y la autonomía del mayor.

    • El ejercicio regular enfocado en equilibrio y fuerza reduce el riesgo de caídas en personas mayores, ayudándoles a conservar su independencia.

    • Mantenerse activo mejora el estado de ánimo y la agilidad mental.

    • Las rutinas recomendadas incluyen ejercicios suaves de movilidad articular, fortalecimiento muscular, equilibrio y estiramientos, siempre adaptados a las capacidades de cada persona.

    • Es importante practicar ejercicio de forma segura (con aprobación médica, ritmo adecuado, ropa cómoda y entorno libre de obstáculos) y ser constante, integrándolo en la rutina diaria.

    Beneficios físicos y mentales del ejercicio en la tercera edad

    Beneficios físicos del ejercicio regular:

    • Fortalece músculos y huesos: la actividad física previene la pérdida de masa muscular y densidad ósea, reduciendo el riesgo de fracturas.
    • Mejora la salud cardiovascular: disminuye la hipertensión arterial, regula el colesterol y reduce el riesgo de enfermedades coronarias.
    • Aumenta la circulación sanguínea: el movimiento constante favorece el flujo de oxígeno y nutrientes a todos los tejidos del organismo.
    • Incrementa la movilidad articular: los ejercicios mantienen las articulaciones flexibles y reducen la rigidez típica del envejecimiento.
    • Mejora el equilibrio y la coordinación: trabajar estos aspectos disminuye el riesgo de caídas y accidentes.

    Beneficios para la salud mental y cognitiva:

    • Reduce la depresión y la ansiedad: el ejercicio disminuye los sentimientos de tristeza y mejora el bienestar emocional general.
    • Aumenta el nivel de energía: la actividad física combate la fatiga y proporciona mayor vitalidad en el día a día.
    • Mejora la función cognitiva: ayuda a conservar la capacidad de planificar actividades, resolver problemas y cambiar rápidamente entre tareas.
    • Protege la memoria: el mayor flujo sanguíneo al cerebro y la producción de sustancias neuroprotectoras preservan las capacidades mentales.
    • Favorece el descanso: practicar gimnasia durante el día contribuye a una mejor calidad del sueño nocturno.

    Para quienes buscan consejos para un envejecimiento saludable, la gimnasia se posiciona como una herramienta esencial. Practicar ejercicio de forma regular permite a las personas mayores conservar su autonomía durante más tiempo, reduciendo la necesidad de medicación, fomentando una vida social más activa y mejorando su calidad de vida.

    Cómo la gimnasia ayuda a prevenir caídas y mantener la autonomía

    Las caídas son una preocupación importante en la tercera edad: aproximadamente, la mitad de las personas mayores de 80 años sufre al menos una caída al año [1]. 

    Estos accidentes pueden tener consecuencias serias, ya que muchas veces provocan fracturas u otras lesiones que comprometen la movilidad e independencia del anciano. Por ejemplo, una fractura de cadera podría significar no recuperar el nivel de función previo. Por ello, es esencial prevenir caídas en mayores mediante ejercicios adecuados.

    La gimnasia enfocada en equilibrio y fortalecimiento muscular es una de las mejores estrategias para evitar estas caídas. Mejorar el equilibrio aporta más seguridad al caminar y al realizar movimientos diarios, disminuyendo el miedo a moverse. De hecho, se ha observado que los programas de ejercicio físico en adultos mayores pueden reducir la tasa de caídas en cerca de un 28% cuando combinan entrenamiento de equilibrio, movilidad y fuerza [2]. 

    Gracias a esta rutina activa, la persona mayor se siente más estable en sus desplazamientos y puede mantener su autonomía por más tiempo en actividades básicas sin depender de ayuda constante. 

    En resumen, unos simples ejercicios diarios se traducen en menos caídas y en un envejecimiento más seguro e independiente.

    Ejercicios recomendados para mayores de 80 años

    La clave de una rutina de gimnasia para mayores de 80 años reside en trabajar de forma equilibrada varias áreas: resistencia aeróbica, fuerza muscular, equilibrio y flexibilidad . Veamos las modalidades más adecuadas.

    Ejercicios de movilidad articular y calentamiento

    Antes de comenzar cualquier rutina, el calentamiento prepara los músculos y articulaciones, reduciendo el riesgo de lesiones. Los ejercicios de movilidad articular mantienen las articulaciones flexibles y lubricadas, aliviando molestias comunes.

    Algunos ejercicios básicos incluyen:

    • Círculos de hombros: con los brazos relajados, realizar movimientos circulares hacia adelante y hacia atrás.
    • Rotaciones de cuello: girar suavemente la cabeza de un lado a otro, sin forzar el movimiento.
    • Apertura y cierre de manos: abrir y cerrar las manos repetidamente para mantener la movilidad de los dedos.
    • Rotaciones de tobillos: sentado en una silla, levantar un pie y girar el tobillo en círculos.

    Estos movimientos suaves preparan el cuerpo y mejoran la circulación sanguínea sin generar fatiga.

    Rutinas suaves de fuerza y equilibrio

    El fortalecimiento de los músculos es esencial para conservar la autonomía. Con una mayor masa muscular, las tareas cotidianas exigen menos esfuerzo cardiovascular.

    Los ejercicios de equilibrio para personas mayores más efectivos incluyen:

    • Sentadillas asistidas: con una silla delante como apoyo, flexionar ligeramente las rodillas como si fueras a sentarte, manteniendo la espalda recta.
    • Elevación de piernas: sentado, elevar una pierna recta hasta la altura de la cadera y bajarla lentamente.
    • Caminar en línea recta: colocar un pie justo delante del otro, alineando el talón de un pie con la punta del otro.
    • Ponerse de pie sin usar las manos: levantarse desde una silla sin apoyar las manos, fortaleciendo piernas y core.

    Ejercicios de estiramiento y respiración

    Los estiramientos mejoran la flexibilidad, reducen la rigidez muscular y amplían el rango de movimiento.

    Estiramientos recomendados:

    • Estiramiento de cuello: inclinar suavemente la cabeza hacia un lado, manteniendo el hombro opuesto relajado durante 20-30 segundos.
    • Estiramiento de brazos: levantar un brazo y doblar el codo hacia la espalda, usando la otra mano para presionar suavemente.
    • Estiramiento de pantorrilla: de pie, dar un paso atrás con una pierna y mantener el talón en el suelo mientras se flexiona la rodilla delantera.
    • Flexión hacia adelante: con los pies separados, inclinar el torso hacia adelante, dejando que los brazos cuelguen relajadamente.

    Los ejercicios de respiración profunda complementan los estiramientos, oxigenando el cuerpo y favoreciendo la relajación. Inhalar lentamente por la nariz contando hasta cuatro, mantener el aire dos segundos y exhalar por la boca contando hasta seis, ayuda a mejorar la capacidad pulmonar.

    Actividades complementarias

    Además de los ejercicios estructurados, existen actividades que enriquecen la rutina de gimnasia y ofrecen beneficios adicionales. El Tai Chi, por ejemplo, combina movimientos suaves con atención plena, lo que mejora el equilibrio y reduce el estrés [3]. 

    Caminar, aunque sean distancias cortas dentro de casa, por el pasillo de la residencia o en un centro de día, activa la circulación y mantiene el cuerpo en funcionamiento.

    En nuestras residencias, integramos estos movimientos en muchas actividades de terapia ocupacional para hacerlas más dinámicas y completas.

    Recomendaciones para practicar gimnasia de forma segura

    Medidas de seguridad esenciales:

    • Consultar al médico antes de comenzar: este podrá confirmar que la persona está apta para hacer ejercicio y sugerir qué tipos de actividad le convienen según sus condiciones.
    • Controlar el ritmo: anima a la persona mayor a ejercitarse a un ritmo cómodo, especialmente al inicio. Es mejor comenzar con sesiones cortas y de baja intensidad e ir aumentando poco a poco la duración o el esfuerzo. Observa cómo responde: debe poder conversar mientras hace ejercicio, señal de que la intensidad es moderada. Si ves que se agita demasiado, toma pausas. Respetar los límites de su cuerpo y hacer descansos cuando sea necesario garantiza que la actividad sea segura y agradable.
    • Evitar el sobreesfuerzo: no es recomendable que termine excesivamente fatigado o con dolores por haber hecho más de la cuenta. Es preferible la constancia diaria. Por ejemplo, si hace levantamientos de pierna, que realice solo las repeticiones que tolere bien. Hay que priorizar la calidad del ejercicio sobre la cantidad.
    • Elegir ropa cómoda: lo ideal es llevar ropa holgada y transpirable, que permita libertad de movimiento y evite calor excesivo. El calzado debe ser cerrado, con suela antideslizante y sujetar bien el pie. También es importante que tenga a mano agua para hidratarse durante la actividad y una toalla si tiende a sudar.
    • Entorno sin riesgos de caídas: es importante que la persona realice los ejercicios en un espacio amplio, bien iluminado y libre de obstáculos. Tener una silla resistente cerca ofrece apoyo adicional cuando sea necesario.

    Consejos prácticos para mantener la constancia

    El mayor desafío no es empezar, sino convertir la gimnasia en un hábito. La motivación es todo, especialmente si la persona mayor vive sola, se siente desanimada o tiende a la apatía.

    Es importante encontrar un “por qué”. ¿Quiere jugar con sus nietos? ¿Poder vestirse sin ayuda? Recordar ese objetivo ayuda a mantener el compromiso. Además, fomentar el ejercicio también es una de las mejores actividades para fomentar las relaciones sociales si se realiza en grupo, con un cuidador o un familiar.

    Estrategias para la adherencia al ejercicio:

    • Crear una rutina diaria sencilla: establece horarios fijos, como hacer gimnasia cada mañana después del desayuno. Empezar con sesiones cortas de 10-15 minutos e ir aumentando gradualmente, mantiene la motivación sin generar agobio.
    • Motivar con música y ejercicios divertidos: elegir canciones favoritas o variar las actividades convierte la gimnasia en un momento agradable. Alternar entre diferentes tipos de ejercicios evita el aburrimiento y trabaja distintos grupos musculares.
    • Registrar los progresos y celebrar los avances: lleva un diario de ejercicio donde anotes los días de práctica y las mejoras observadas. Celebrar los logros, por pequeños que sean, aumenta la autoestima y el compromiso.

    En definitiva, la gimnasia para mayores de 80 años no busca crear atletas, sino preservar la funcionalidad, dignidad y bienestar de la persona. Adaptar el movimiento a las capacidades individuales, respetando los límites del cuerpo, es el secreto para disfrutar de una vejez más activa y autónoma. 

    En Grupo Emera diseñamos programas personalizados, asegurando que cada residente se mueva de forma segura y pueda disfrutar del proceso.

    Referencias:

    [1] Geriatricarea. (2015). Recomendaciones para prevenir el riesgo de caídas en personas mayores. https:// geriatricarea.com/tres-claves-para-prevenir-el-riesgo-de-la-caidas-en-personas-mayores/

    [2] Cordellat, A. (2025, marzo 7). Daniela Cristina Carvalho, fisioterapeuta e investigadora: “Una prueba de equilibrio de 23 segundos puede identificar el riesgo de caídas de los mayores de 65 años”. La Vanguardia. https:// lavanguardia.com/vivo/longevity/20250307/10430505/daniela-cristina-carvalho-fisioterapeuta-e-investigadora-prueba-equilibrio-23-segundos-identificar-riesgo-caidas-mayores.html

    [3] Sherrington, C., Fairhall, N. J., Wallbank, G. K., Tiedemann, A., Michaleff, Z. A., Howard, K., Clemson, L., Hopewell, S., y Lamb, S. E. (2019, 31 de enero). Ejercicio para la prevención de caídas en personas de edad avanzada que residen en la comunidad. Cochrane. https:// cochrane.org/es/evidence/CD012424_exercise-preventing-falls-older-people-living-community

    • Facebook
    • Twitter
    • LinkedIn
    • E-Mail

    Comments are closed.

    Aviso legal - Política de privacidad - Política de cookies - Política de calidad
    SOLICITA INFORMACIÓN
    No atenderemos las solicitudes de empleo a través de este formulario