Comprendemos el mundo que nos rodea a través de nuestros sentidos (la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olfato) y del movimiento.
Es lo que nos permite conectar con el entorno y nos lleva a relacionarnos tanto con los espacios como con los demás. Si bien la excesiva estimulación sensorial es perjudicial para la salud, la falta de estimulación también lo es porque induce en la pérdida de interés por nuestra realidad, nuestro entorno y nuestra capacidad de hacer cosas y relacionarnos con los demás.
Las personas mayores pueden verse limitadas en sus capacidades físicas y cognitiva, especialmente las que sufren algún tipo de enfermedad degenerativa como la demencia, trastornos mentales graves y lesiones cerebrales. Esa limitación incide directamente sobre su salud y bienestar.
La falta de estímulos en el entorno puede causar angustia, tensión, falta de concentración, facilidad para ser sugestionado, ilusiones físicas, fantasías sensoriales vividas e incluso alucinaciones.
De aquí la importancia de ofrecer actividades que proporcionen la estimulación sensorial a quienes no son capaces de acceder a ello por sí mismos, partiendo de que la posibilidad de estimulación es ilimitada, cuanto más se estimule el cerebro más se desarrollará el mismo.
Cuando hablamos de “estimulación sensorial” nos referimos a una terapia que provoca un despertar a través de los sentidos con el objetivo de desarrollar sensaciones y percepciones.
Para cada nivel sensorial se utilizan distintos tipos de estímulos, siempre de los más básicos a los más complejos y en diferentes formas de exposición.
Dentro de la estimulación multisensorial, la estimulación basal es adecuada para todas las personas, incluso aquellos con deterioro severo o trastornos mentales graves. Su objetivo final es lograr una actividad perceptiva y motriz a nivel elemental y sentar las bases para futuros aprendizajes, por pequeños que estos puedan ser.
Salas multisensoriales: un espacio para estimular los sentidos
En nuestros centros residenciales, como por ejemplo en la residencia de mayores en Sevilla (Emera Macarena) contamos con profesionales formados para realizar una evaluación exhaustiva y obtener un correcto perfil sensorial así como espacios especialmente diseñados para fomentar el despertar de los sentidos, desarrollar sensaciones, alentar percepciones y promover la interacción.
Estas salas multisensoriales tienen por objetivo:
- Estimular y favorecer la integración de las diferentes vías sensoriales: estimulación auditiva, visual, táctil, olfativa y gustativa, una estimulación de los cinco sentidos.
- Relajación y reducción de ansiolíticos
- Activación y mejora de la apatía
- Reducir el tono muscular
- Mejorar la atención, la percepción, la memoria
- Facilitar el equilibrio
- Incrementar la interacción con objetos y manipulación
Es muy importante tener en cuenta que no todos los materiales sirven, la elección de los mismos afecta directamente a la motivación de realizar o no la actividad y esto incide directamente en el resultado de la intervención, por eso las residencias de mayores Emera España busca proveedores especializados en materiales para la estimulación de las diferentes vías sensoriales:
- Auditiva: objetos que al manipularlos producen sonidos, melodías…
- Visual: luces de colores, burbujas de luz, dibujos de formas geométricas…
- Olfativa: dispensador de aromas, frascos con sustancias olorosas…
- Gustativa: frasco con sabores, alimentos…
- Somatosensorial: esponja, telas de diferentes texturas…
- Propiocepción: cortina de luz, puf…
Condiciones de las salas, según Husegge y Vereul, 1987, que cumplen la sala de Emera Macarena:
- Creación de una atmósfera agradable.
- Permitir la elección del usuario.
- Oportunidad para “estar en paz”.
- Derecho a estar el tiempo suficiente.
- Actitud adecuada de los trabajadores.
- Derecho a la repetición de estímulos.
- Evitación de la sobrecarga estimular.
- Derecho a ser supervisado.
Más información acerca de los servicios en nuestros centros: Servicios Asistenciales para personas mayores
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