Las bajas temperaturas, así como los cambios bruscos de la climatología, provocan en los adultos mayores diversos problemas. El frío en personas mayores supone ciertos riesgos para su salud hasta bien entrada la primavera. Son muchas las patologías sufridas por este segmento de la población cuando la temperatura se reduce en estos periodos. Son días más incómodos y complejos para ellos.
Los familiares debemos estar muy pendientes de las personas mayores durante las épocas más frías. Del mismo modo, los cuidadores profesionales en residencias de mayores y centros de día, o de índole similar, debemos extremar las precauciones en estos complicados meses. Con el fin de prevenir los riesgos para la salud en la tercera edad, te desvelamos algunas claves para combatir el frío en personas mayores.
Cómo afecta el frío a los adultos mayores
El frío es el causante de numerosas patologías en las personas de edad más avanzada. Motivo por el que, tanto la familia como los profesionales de su cuidado, debemos prestar especial atención a los síntomas que puedan surgir. Pero, antes de nada, es esencial entender cómo reacciona el metabolismo frente al cambio de temperatura en las personas mayores. Solo así sabremos identificar las señales que provocan la sensación de frío en personas mayores.
Es evidente que el devenir de los años más la suma de padecer distintas patologías, vuelve a las personas mayores frágiles y vulnerables. Según avanza la edad, nuestra capacidad de reserva disminuye. Esa capacidad que muestra nuestro metabolismo y de la que se ayuda cuando somos más jóvenes. En edades avanzadas, al no contar con tantas reservas, un fuerte resfriado puede empeorar enfermedades que ya padecemos o derivar en complicaciones más severas. Esto hace que cualquier contratiempo, como por ejemplo un proceso gripal, incida sobre la salud y calidad de vida de los adultos mayores.
¿Por qué las personas mayores tienen frío?
La respuesta, para entenderlo rápidamente, es que el cuerpo no regula del mismo modo la temperatura que cuando somos más jóvenes. Es decir, según vamos cumpliendo años, la regulación de la temperatura corporal es menos ágil. Esa respuesta, más lenta, de nuestro cuerpo frente al aumento del frío o del calor se torna menos eficaz. Con la edad, todo esto nos vuelve más susceptibles a procesos víricos, enfermedades respiratorias y otras patologías.
Entonces, ¿por qué un anciano tiene mucho frío? Al no contar con una termorregulación efectiva, el cuerpo realiza un esfuerzo mucho mayor para mantener su temperatura, algo que agrava patologías previas. Aun así, el frío penetra igualmente y provoca un descenso en el sistema inmunológico, lo que disminuye la capacidad de respuesta para combatir otras enfermedades.
La dificultad de réplica del organismo favorece la aparición de patologías como bronquitis, neumonías y, por supuesto, enfermedades víricas como el coronavirus. Por todo esto, es fundamental que estemos muy pendientes de ellos las personas que habitualmente nos encontramos a su alrededor.
Factores de riesgo en personas mayores vulnerables al frío
El frío en personas mayores puede ser especialmente peligroso debido a ciertos factores de riesgo que aumentan su vulnerabilidad. Enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares, respiratorios, diabetes o artritis pueden dificultar la regulación de la temperatura corporal y aumentar el riesgo de hipotermia.
Además, la movilidad reducida, el aislamiento social, la falta de recursos económicos y el uso de ciertos medicamentos pueden agravar los efectos del frío en la salud de los adultos mayores. Es fundamental estar atentos a estos factores de riesgo y tomar medidas preventivas para proteger a nuestros seres queridos durante los meses más fríos.
Signos y síntomas de hipotermia en personas mayores
El frío en personas mayores puede desencadenar hipotermia, una condición peligrosa en la que la temperatura corporal desciende a niveles alarmantes. Los signos y síntomas de hipotermia en adultos mayores pueden ser sutiles y pasar desapercibidos, incluyendo confusión, somnolencia, temblores, habla arrastrada, torpeza o falta de coordinación, piel fría y pálida, y pulso débil. Es crucial reconocer estos signos tempranos y buscar atención médica inmediata, ya que la hipotermia no tratada puede tener consecuencias graves para la salud.
Actividades para combatir el frío en personas mayores
Para prevenir el frío en adultos mayores, es importante seguir algunas recomendaciones y pautas básicas en los meses de temperaturas más reducidas. A continuación, te dejamos varios cuidados a llevar a cabo en invierno de cara a que sepas cómo combatir el frío en los mayores.
- Mantener una temperatura confortable y una iluminación adecuada. Ya sea en la correspondiente habitación de la residencia de mayores o en casa, es fundamental contar con una estancia cálida. De ese modo, evitaremos el frío y proporcionaremos un espacio acogedor y confortable para las personas de edad avanzada. También es importante que la estancia tenga una buena iluminación. Contribuirá a que mantengan un estado de ánimo alegre, que se sientan cómodos y eviten sentimientos depresivos.
- Paseos al sol. Aunque sea invierno, en horas de luz y con el sol templando el día, un paseo con una temperatura suave es esencial para estimular un estado de felicidad. Además, favorecerá el que mantengan una actitud activa física y mentalmente.
- La alimentación… fundamental. Cuando hablamos de nutrición, es básico proporcionar a nuestros adultos mayores una dieta que evite que pierdan calorías, aspecto crucial para combatir el frío invierno. La dieta debe ser ligera, pero rica en fruta y verdura de temporada, sopas y purés. Por supuesto, también deben beber agua suficiente para mantenerse hidratados y si esto les resulta complicado, también se pueden proporcionar infusiones templadas.
- La ropa para los mayores en invierno. Parece obvio, pero es vital insistir a nuestros mayores de la necesidad de ir bien abrigados al salir a comprar o dar un paseo. Con independencia de que vivan en casa o en una residencia de mayores, deben protegerse con ropa adecuada para evitar el frío en espacios exteriores. No solo prendas básicas, cazadora y demás, sino también guantes, bufanda y gorro. Y, por supuesto, un buen calzado que aísle del frío y la humedad del suelo.
- Higiene regular de las manos. Es indispensable concienciarles de la importancia de determinados hábitos saludables. Uno de ellos es lavarse las manos regularmente para evitar la aparición de gérmenes. Estos son los desencadenantes de multitud de patologías que pueden terminar complicando otras enfermedades en invierno. Además, como hemos visto, es común que debido al frío el sistema inmunológico de las personas mayores disminuya, lo que los hace más propensos a los contagios.
- Vacuna contra la gripe. Como sabemos, la gripe estacional es una enfermedad muy contagiosa. En edad adulta, los síntomas son más severos y pueden derivar en complicaciones respiratorias. De igual forma, podrían empeorar patologías cardíacas previas u otras relacionadas con el asma o la diabetes, por poner algunos ejemplos. Recuerda que la recomendación de las autoridades sanitarias es la de vacunarse contra la gripe para la población superior a los 65 años.
- Máxima atención al riesgo de caídas. El agua y, sobre todo, el hielo en invierno es especialmente peligroso para las personas mayores. Caídas y resbalones pueden suponer lesiones y fracturas importantes. Debemos evitar el riesgo de caídas que provocan lesiones en cadera y extremidades que, en la tercera edad, pueden derivar en complicaciones mayores. En la medida de lo posible, evitar que salgan con lluvias y heladas e intentar que siempre vayan acompañados.
Por último, destacar la importancia de seguir las recomendaciones sanitarias a fin de evitar contagios por coronavirus en grupos de riesgo, como es el caso.
Acciones para mejorar la calidad de vida de las personas mayores
Otras acciones y hábitos que fortalecen la salud y calidad de vida en las personas mayores pasan por acompañarlos y mantenerlos activos. Evitar que nuestros mayores se sientan solos es vital para su salud mental y física. La compañía, la charla, los paseos que demos con ellos van a incidir de forma muy favorable en su estado de ánimo y en su salud.
Ya sabes cómo se puede combatir el frío en personas mayores. Si quieres saber más sobre el cuidado de los más adultos, ¡permanece atento a nuestros artículos donde iremos publicando numerosos consejos y recomendaciones!
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