El proyecto de Emera en España se materializa por medio de un innovador modelo de atención centrada en la persona de Cuidados en Acompañamiento.
Nuestros centros, ya sean de nueva construcción o reformas, están especialmente pensados para las personas mayores, adaptados a la vida y necesidades fruto del proceso de envejecimiento, o cursan algún tipo de demencia. Nuestro modelo no sólo se dirige a dar respuesta a las necesidades derivadas de la dependencia, sino que potencia las capacidades aún conservadas, y vela por los derechos, preferencias y deseos de las personas. Uno de sus pilares es el trabajo libre del uso de sujeciones, y por eso, hoy entrevistamos a Ana García, Jefa Asistencial de Emera España y una profesional reconocida en el sector por su trabajo en este campo.
¿Qué es un centro libre de sujeciones?
Ser un centro libre del uso de sujeciones supone no utilizar ningún tipo de sujeción física, entendiendo como sujeción física: la limitación de la libertad de movimientos de una persona, o su actividad física o el normal acceso a cualquier parte de su cuerpo, con cualquier método físico externo aplicado sobre ella, o adyacente a ella, del que no puede liberarse con facilidad (Según el programa DESATAR avalado por CEOMA).
¿Por qué apostar por ser un centro libre de sujeciones?
Como profesionales con largo recorrido en el sector, y a través de nuestra experiencia trabajando para las personas mayores, hemos podido constatar que no sólo se puede cuidar bien a las personas, sino que se puede cuidar mucho mejor, un propósito que hemos hecho nuestro en Emera España y que pretendemos llevar más allá. Quitar las sujeciones en los centros implica una mejora significativa para la vida de las personas, así como para sus cuidados, y aporta beneficios tan evidentes, que hoy, se nos hace imposible plantearnos otro tipo de modelo.
¿Qué beneficios conlleva trabajar sin sujeciones?
Si nos centramos en las personas mayores, los beneficios de no usar sujeciones son múltiples y aunque cada persona tiene sus propias particularidades, constatamos mejoras notables en su salud tanto en el plano físico, con menor número de caídas, disminución de úlceras, de contracturas, menores niveles de atrofia y debilidad, menor riesgo de traumatismos en la piel, etc., como en el plano psicoemocional, disminuyendo la agitación, la ansiedad, apatía, confusión, ira…
Pero la liberación de sujeciones impacta también muy positivamente en los diferentes profesionales. Es un cambio en el paradigma de cuidados, es el profesional quien se adapta a la necesidad de la persona, apartándonos de los objetivos tradicionales que se buscan con su utilización.
Esta forma de trabajar incrementa la empatía hacia la persona, aumenta su motivación y compromiso con su bienestar. Todo ello, se refleja en el grado de satisfacción de las familias que aprenden a percibir las caídas como una situación probable dentro del proceso de envejecimiento, pero un riesgo controlado en un contexto seguro, con garantías de cuidados. Con ello se consigue una mayor Calidad de Vida.
¿Qué implica ser un centro libre de sujeciones?
El programa Libre de Sujeciones, que se desarrolla desde la perspectiva del Modelo de Atención Centrado en la Persona, debe ser un compromiso por parte de la toda la organización y en Emera España es uno de los tres pilares del modelo asistencial de los centros.
Todas las partes han de estar implicadas ya que requiere un cambio cultural y de mentalidad tanto en familias como en trabajadores, y sobre todo mucha formación.
¿Cómo se pone en marcha?
Los profesionales deben estar preparados para saber cómo prevenir las caídas y cuando se producen saber actuar en consecuencia y ser capaces de analizarlas para seguir previniendo mejor. Las sujeciones no eliminan el riesgo de caídas, y casi siempre, las personas que se caen son las que no tenían pautadas sujeciones.
Es fundamental formar a los equipos en el manejo de alteraciones de conducta, deben conocer y aprender a prevenir las alteraciones de conductas reactivas, descubrir la necesidad encubierta que esconden y comprender como manejar las conductas disruptivas cuando llegan a producirse.
Trabajar sin sujeciones supone un cambio importante en la forma de trabajo del centro. En Emera España fomentamos que el profesional pase de trabajar multidisciplinarmente a trabajar Transdisciplinariamente, transcendiendo su propia disciplina. Con esta palabra queremos definir que lo importante no es quién sabe más sobre una materia, sino que, gracias a la suma de conocimientos y experiencias de todas las materias, nuestros profesionales van más allá de su conocimiento experto y juntos ponen en marcha un Plan de Cuidados Individualizado que lo integra todo.
¿Es una labor que se realiza solo en el centro?
Imposible. Un aspecto muy importante, es la comunicación, tanto entre los distintos profesionales como con las familias: las familias tienen que conocer tanto los beneficios e inconvenientes de trabajar sin sujeciones como los riesgos de trabajar con ellas. Por eso, en Emera España, en todo momento, se implica a las familias en el Plan de Cuidados Individualizado, concienciando en la necesidad de mantener la dignidad de la persona por encima de todo, más allá de la atención sanitaria.
Hemos hablado de profesionales y de familias, ¿qué más se necesita?
Es primordial la adecuación de espacios. Estar adaptados y con el mobiliario adecuado para las diferentes necesidades, no se puede trabajar sin sujeciones sin un espacio seguro.
¿Cómo se consigue un espacio seguro?
Desde su concepción, todas las residencias de mayores Emera España están especialmente pensadas y habilitadas para responder a las particularidades y necesidades propias a cada persona, se refleja tanto en la construcción estructural como funcional de cualquier espacio, como por ejemplo los pasillos, que están ideados para permitir caminar con seguridad, integrando guías por si una persona se pierde, facilitando el sentarse por si alguien se cansa o que simplemente se pueda pasear sin la ansiedad de ver una puerta por la que salir y no poder hacerlo. De igual manera, la selección del mobiliario proviene de una larga y cuidada reflexión, al margen de su estética o funcionalidad. Cada mueble se escoge y utiliza para adecuarse a cada persona: cada cual necesita un tipo de silla diferente para sentirse cómodo, tener una postura ergonómica, poder levantarse sin asumir riesgos… lo mismo vale para las camas, mesas, mesillas, etc.
A fin de cuentas, cada detalle de la vida cotidiana es relevante y a tener en consideración, así es como se puede no solo cuidar bien, sino cuidar mejor.
“Esto es un breve, muy breve resumen de aquello que supone y que implica, trabajar sin sujeciones para un centro residencial. Quienes hemos trabajado de esta manera, se nos hace imposible hacerlo de otra.
Transformar un centro en Libre de Sujeciones va más allá de la satisfacción profesional. Yo he visto como personas sujetas que no hablaban al retirarles la sujeción han vuelto a hablar, como salas llenas de gritos y ruido ambiental, al desaparecer las sujeciones, se han convertido en salas tranquilas. Con la liberación de sujeciones he visto a personas volver a sonreír después de mucho tiempo, personas tranquilas, personas caminando, he visto a personas que se han podido caer y levantarse porque podían caminar si les apetecía… un sinfín de experiencias que espero poder seguir compartiendo en nuestros centros de Emera España”.
Biografía de Ana García
Licenciada en Psicología, Máster en Gerontología Social, Ana es la Jefa Asistencial de Emera España y una de las más firmes defensoras del modelo sin sujeciones en los centros. Con más de 15 años de experiencia en el sector de las residencias para mayores, siempre está pensando en nuevos proyectos para mejorar aún más las vidas de las personas, nuestros mayores, sus familias y nuestros profesionales.
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